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Ablación por radiofrecuencia de fístulas anales | Fistura®

El procedimiento Fistura®

Tratamiento por radiofrecuencia de las fístulas anales

Con una tasa de incidencia estimada de 1-2 por cada 10 000 personas, las fístulas en el ano (también conocidas como fístulas anales o perianales) son la forma más común de fístula. Entre los pacientes con enfermedad de Crohn, las estimaciones de prevalencia alcanzan el 7 %. Las fístulas anales tienen varias causas, pero a menudo son el resultado de abscesos anorrectales: alrededor del 50 % de los pacientes con abscesos desarrollan posteriormente fístulas. Aunque son benignas, las fístulas y los síntomas relacionados con ellas pueden causar molestias significativas en los pacientes.

La fístula anal suele tratarse quirúrgicamente, por ejemplo, mediante fistulotomía (con o sin colocación previa de setones, en función de la complejidad de la fístula y el grado de afectación del esfínter) o un colgajo o flap de avance endorrectal. Sin embargo, estos procedimientos requieren semanas de recuperación y conllevan un alto riesgo de que se produzcan problemas de curación, daños en el esfínter o una incontinencia anal postoperatoria.

Como resultado, cada vez más profesionales sanitarios recurren a tratamientos mínimamente invasivos que preservan el esfínter, como Fistura®, en los que la fístula anal se corta utilizando energía de radiofrecuencia. Fistura® emplea el principio de la termocoagulación, que ya se utiliza de forma generalizada en una amplia variedad de aplicaciones vasculares, dermatológicas y oncológicas. El procedimiento se puede realizar en un solo y causa una molestia mínima; la mayoría de los pacientes pueden reanudar sus actividades cotidianas en pocos días. Los cuidados posteriores suelen consistir en la toma de analgésicos y el cuidado de heridas.

FAQ

Ventajas para los pacientes

  • Método mínimamente invasivo sin incisión, lo que significa que no hay riesgo de provocar incontinencia
  • Poca o ninguna molestia
  • Se puede realizar de forma ambulatoria en un solo día
  • Permite retomar rápidamente las actividades cotidianas
  • Cuidado posoperatorio mínimo

Ventajas para los profesionales médicos

  • Alternativa rápida y eficaz a técnicas más invasivas
  • Procedimiento fácil de realizar
  • La técnica que preserva el esfínter minimiza las complicaciones (por ejemplo, incontinencia)
  • Método adecuado para el tratamiento de pacientes con enfermedad de Crohn
  • El control preciso de la energía evita daños en el tejido circundante

La radiofrecuencia en el tratamiento de las fístulas anales: ¿una (buena) alternativa a la fistulotomía?

Mis resultados personales en los últimos años con el procedimiento Fistura:
60% de cierre prolongado (al menos 12 meses de seguimiento), en la evaluación clínica de las fístulas criptoglandulares y en la evaluación clínica y por resonancia magnética de las fístulas anales relacionadas con la enfermedad de Crohn. Por lo tanto, se trata de un procedimiento de elección entre las técnicas de preservación del esfínter, pero al precio de una selección precisa de los pacientes.

¿Mis indicaciones?
Fístulas con un trayecto directo, largas (≥50 mm) y estrechas (en la práctica, sólo pasamos la sonda de 9 fr, es decir, unos 3 mm) con un orificio interno no demasiado ancho, es decir, que podemos suturar sin demasiada tensión sin un divertículo conectado de más de 5 mm para las fístulas de Crohn.

Obsérvese que en caso de enfermedad de Crohn, si la fístula está bien resecada y si todas las señales inflamatorias clínicas y de la IRM son verdes, no tengo la impresión de que los resultados sean menos buenos que para las fístulas criptoglandulares. Por lo tanto, tiendo a proponer la radiofrecuencia antes que la simple extirpación cuando la fístula presenta las características mencionadas.

Dr. Dominique Bouchard, Jefe de la Unidad de Proctología, Maison de Santé Protestante Bagatelle, Talence, Francia

Protocolo de tratamiento

1. Antes de la cirugía, drene el tracto de la fístula con un setón. (¿ha oído hablar del SuperSeton?)

2. Use un cepillo para fístulas o una cureta para limpiar los residuos que hay en el tracto, teniendo cuidado de no ensanchar la fístula en el proceso.

3. Cierre el orificio interno de la fístula con una sutura cruzada.

4. Elija un tamaño de catéter adecuado para el diámetro de la fístula (de 6F a 9F). Inserte el catéter en la fístula anal desde la abertura externa hasta que alcance el extremo interno suturado.

5. Compruebe que el catéter y la almohadilla electroquirúrgica estén bien conectados y, a continuación, pise el pedal para aplicar energía. Retire el catéter gradualmente, aproximadamente una marca (= 5 mm) cada 12 segundos. El dispositivo emitirá un pitido a modo de aviso.

6. Retire el catéter cada poco para limpiar la punta y vuelva a insertarlo.

7. Trabaje de extremo a extremo, empujando de vez en cuando el catéter hacia adelante para asegurarse de que el tracto de la fístula esté bien sellado.

Estudios clínicos

Prospective and multicentre study of radiofrequency treatment in anal fistula 

Marie Sautereau, Dominique Bouchard, Charlène Brochard, François Pigot, Laurent Siproudhis, Jean Marie Fayette, Cécile Train, Anne Laurain, Charlotte Favreau, Laurent Abramowitz;
Colorectal Disease; September 21, 2022

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