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Tratamiento de fístulas anales mínimamente invasivo con energía de radiofrecuencia

¿Qué es una fístula?

Una fístula (que procede de la palabra latina que significa «tubo» o «tubería») es cualquier conexión anormal entre dos partes del cuerpo que normalmente no están unidas, como dos órganos, dos vasos sanguíneos (es decir, una arteria y una vena), o un órgano interno y la superficie de la piel. Algunas personas nacen con fístulas, otras las desarrollan a raíz de lesiones, enfermedades o ciertos tratamientos médicos. El tipo más habitual de fístula es la fístula en el ano o fístula anal, que conecta el recto con la piel cercana al ano.

¿Qué causa las fístulas anales?

Las fístulas anales, también conocidas como fístulas en el ano,suelen ser el resultado de una glándula con absceso (obstruida e infectada) en el ano, porque el pus se acumula en el tejido circundante y forma un pequeño canal a medida que se drena. También pueden producirse debido a la inflamación del tracto digestivo, por ejemplo, debido a la enfermedad de Crohn o una colitis ulcerosa.

Los investigadores no están completamente seguros de por qué algunas personas desarrollan fístulas anales y otras no, pero es importante destacar que están causadas por la inflamación, no por una mala higiene. Son más habituales en los adultos alrededor de los 40 años, pero también pueden producirse en personas más jóvenes, especialmente en las que han padecido problemas digestivos crónicos. Otros posibles factores de riesgo para las fístulas anales son:

  • Antecedentes de absceso o fístula anal
  • Traumatismo (lesión) en la zona
  • Cirugía previa o radioterapia
  • Ciertas infecciones, como la tuberculosis o el VIH
  • Diabetes

Tipos de fístulas anales

Las fístulas anales se clasifican según su ubicación y el músculo del esfínter (de entre los músculos utilizados para controlar las deposiciones) que está implicado. Estos son los cuatro tipos de fístulas, clasificados del más habitual al menos habitual:

  • Interesfinteriana (entre los músculos interno y externo del esfínter)
  • Transesfinteriana (que atraviesa los dos músculos del esfínter)
  • Supraesfinteriana (que rodea todo el músculo externo del esfínter)
  • Extraesfinteriana (que rodea la parte externa de los músculos del esfínter)
fistula interesfinteriana
fistula transesfinteriana
fistula supraesfinteriana
fistula extraesfinteriana

¿Cómo puedo saber si tengo una fístula anal?

Dado que las fístulas anales suelen formarse debido al drenaje, un síntoma común es la pérdida de pus u otro líquido cerca del ano, que puede tener un olor desagradable y causar picores o irritación. Otros posibles síntomas son:

  • Hinchazón y enrojecimiento en la zona anal
  • Dolor punzante que empeora cuando se mueve, se sienta, tose o va al baño
  • Fiebre, escalofríos o malestar general
  • Sangre o pus en las heces
  • Incontinencia fecal en algunos casos

Prevención de las fístulas anales

Puede reducir el riesgo de padecer fístulas anales evitando el estreñimiento, por ejemplo, siguiendo una dieta rica en fibra y bebiendo mucha agua. Hacer ejercicio con regularidad también le ayudará a mantener las heces blandas y el correcto funcionamiento de los intestinos. Asegúrese de ir al baño tan pronto como sienta la necesidad y mantenga el ano limpio y seco, puesto que, aunque las fístulas y la higiene personal no estén directamente relacionadas, la limpieza puede reducir el riesgo de infecciones cutáneas. Estar sentado durante largos intervalos de tiempo también puede aumentar el riesgo de sufrir fístulas en personas que están predispuestas a sufrirlas. Intente sentarse sobre un cojín antiescaras para reducir la presión en la espalda y la parte inferior del cuerpo.

Tratamiento de las fístulas anales con Fistura®

Si sospecha que puede tener una fístula anal, es importante que busque asistencia médica, incluso si el absceso subyacente (infección) se soluciona, es poco probable que la fístula se cure por sí sola y podrían producirse infecciones adicionales si no se trata. Si su médico sospecha que tiene una fístula, puede remitirle a un coloproctólogo para que realice pruebas y administre algún tratamiento a mayores.

Aunque las fístulas suelen tratarse con cirugía (cortando a lo largo de la fístula para dejar una cicatriz plana), el procedimiento puede requerir varias semanas o incluso meses de recuperación dolorosa, y conlleva un riesgo de provocar incontinencia anal.

Una nueva opción para preservar el esfínter es Fistura®, un procedimiento que corta (= retira) la fístula mediante ondas de radio. El médico inserta un catéter fino y flexible en la fístula y aplica energía de radiofrecuencia dirigida en la punta de este catéter. El calor resultante destruye las paredes del tracto de la fístula dejando intacto el tejido sano circundante. El catéter se retira lentamente a través de la fístula, sellándola poco a poco.

En la consulta, mi médico me dijo que tenía una fístula anal y que debía operarme. Por supuesto, después de eso consulté al Dr. Google y leí todas las historias de terror sobre la posible incontinencia. Una pesadilla que no quería vivir. Por eso opté por la fisura, un método seguro que preserva los músculos y ofrece el máximo confort al paciente. Temía sufrir dolores terribles durante varios días, ¡pero no había nada más malo que eso! Apenas tuve dolor e incluso pude irme a casa el mismo día. Ahora, 6 meses después, sigo sin sentir dolor. Afortunadamente, el Dr. Google no tenía razón.

Ventajas de Fistura®

  • Procedimiento de un solo día: solo tarda unos minutos
  • Método mínimamente invasivo (sin incisión), lo que significa que no hay riesgo de provocar incontinencia
  • Poco o ningún dolor y cuidados posteriores mínimos
  • Indicado para el tratamiento de fístulas relacionadas con la enfermedad de Crohn
  • Las actividades cotidianas normales se retoman rápidamente