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¿Qué son las hemorroides?
Las hemorroides, o almorranas, son almohadillas naturales de tejido y vasos sanguíneos que se forman en el ano y el recto inferior. Ayudan a controlar las heces haciéndolas más pequeñas para permitir el paso de los residuos. Todo el mundo tiene estas almohadillas y, normalmente, no pensamos en ellas, pero a veces pueden hincharse o inflamarse. La mayoría de las veces, cuando hablamos de «hemorroides» o «almorranas», nos referimos a su estado.
Las hemorroides son muy comunes: alrededor de la mitad de las personas las experimentará en algún momento de sus vidas. A veces, desaparecen solas o con pequeños cambios en el estilo de vida, pero, otras veces, requieren atención médica.
Las hemorroides pueden desarrollarse internamente (dentro del recto) o externamente (alrededor del ano). Clasificamos las hemorroides internas por tamaño y gravedad:
- Las hemorroides de grado 1 son las más pequeñas y no produce un prolapso (es decir, no sobresalen del ano).
- Los hemorroides de grado 2 producen un prolapso durante un movimiento intestinal, pero luego vuelven a su posición original.
- Los hemorroides de grado 3 producen un prolapso durante un movimiento intestinal y deben recolocarse manualmente (reintroducirse en el interior).
- Las hemorroides de grado 4 son las más grandes; siempre producen un prolapso (no se pueden reposicionar) y, normalmente, conllevan complicaciones adicionales, como una inflamación.
Las hemorroides son el resultado de un aumento de la presión anal o abdominal, que hace que las diminutas venas del interior de las almohadillas se hinchen (como las venas varicosas). Muchas cosas pueden crear esta presión adicional, sobre todo:
- Permanecer sentado en el inodoro durante mucho tiempo
- Realizar esfuerzos al ir al baño (estreñimiento)
- Tener sobrepeso
- Hacer muchos levantamientos de objetos pesados
- El embarazo
Cualquiera puede desarrollar hemorroides, aunque son más habituales en las personas mayores y suelen ser hereditarias. La dieta también puede ser un factor importante, ya que el estreñimiento y las hemorroides suelen estar relacionados. Muchas personas saben que la falta de fibra dietética puede provocar estreñimiento, pero otra causa que a menudo se pasa por alto es la deshidratación: cuando el cuerpo no recibe suficiente agua, el intestino grueso absorbe más agua de los residuos alimentarios, lo que se traduce en heces más duras que son más difíciles de eliminar.
¿Cómo sé si tengo hemorroides?
No todas las personas que desarrollan hemorroides tienen síntomas, y las personas con síntomas no tienen esos síntomas en todo momento. Entre los posibles síntomas se incluyen:
- Sangre de color rojo vivo en el papel higiénico, en las heces o en la taza del inodoro
- Dolor o picor en el recto, especialmente al estar sentado
- Presión o urgencia (sentirse como si aún tuviera que volver al baño después de haber ido)
- Mucosidad en la ropa interior o en el papel higiénico después de limpiar el ano
- Grumos alrededor del ano doloridos o sensibles
A algunas personas les resulta embarazoso hablar de los síntomas de las hemorroides, pero es importante buscar atención médica si estás no desaparecen, para asegurarse de que no sean un indicio de algo más grave.
¿Qué puedo hacer con mis hemorroides?
Muchas personas desarrollan hemorroides debido al estreñimiento, por lo que ir al baño de forma «regular» es una de las cosas más importantes que puede hacer para tratarlas.
Para evitar el estreñimiento:
- Coma más fibra (pan integral, cereales integrales, legumbres, fruta fresca o deshidratada y verduras)
- Beba mucha agua todos los días
- Haga ejercicio con regularidad
- Reduzca el consumo de cafeína y alcohol
- No permanezca sentado en el inodoro durante mucho tiempo (p. ej., leyendo)
- Vaya al baño cuando tenga que hacerlo, ¡no espere mucho tiempo!
Controlar su peso también puede ayudar con las hemorroides, ya que se reduce la presión sobre el abdomen.
Los baños de asiento con agua caliente pueden aliviar el dolor y la hinchazón del recto, y también hay varias cremas y pomadas en el mercado. No tome anticoagulantes si tiene hemorroides con sangrado. Asegúrese de mantener el ano limpio y seco, y no se limpie con un papel demasiado rígido.
Tratamiento de las hemorroides con Rafaelo®
Los pacientes con hemorroides internas de grado 2, grado 3 y algunas de grado 4 pueden beneficiarse de Rafaelo®, un sistema desarrollado en 2016 para el tratamiento de hemorroides mediante ondas de radio de alta frecuencia. Rafaelo® son las siglas de RadioFrequency ablation of hAEmorrhoids under LOcal anaesthesia (ablación [=extirpación] de hemorroides por radiofrecuencia con anestesia local). Después de inyectar una pequeña cantidad de anestesia, el médico insertará una sonda muy fina en la hemorroide y aplicará energía de radiofrecuencia dirigida.
El calor de las ondas de radio hace que la hemorroide se seque y cicatrice, sin dañar el tejido sano que la rodea. Todo el procedimiento dura solo unos minutos y la mayoría de las personas pueden volver a sus actividades habituales al día siguiente. El médico puede recetar analgésicos (calmantes) si se experimenta alguna molestia en los días siguientes, pero muchos pacientes no tienen ningún síntoma.
Ventajas de Rafaelo®
- Procedimiento ambulatorio rápido (aprox. 15 minutos)
- Se puede realizar con anestesia local
- Método mínimamente invasivo (sin incisiones quirúrgicas)
- Vuelta al trabajo o a las actividades habituales casi de inmediato
- Poco o ningún dolor durante o después del tratamiento
- Tratamiento seguro y eficaz
¿Dónde puedo recibir tratamiento?
Tratamientos alternativos
Sphera
Rafaelo® está indicado para el tratamiento de hemorroides internas de grados 2, de grado 3 y de grado 4 inicial. Para hemorroides más pequeñas (grados 1 y 2), su médico puede optar por utilizar una sonda de bola Sphera. Sphera utiliza la misma tecnología básica de ablación por radiofrecuencia, pero solo en el exterior de la hemorroide (a diferencia de la sonda de aguja HPR45i de Rafaelo®, que también se inserta dentro de la hemorroide).